Una año más algunos Lertxundis estuvimos por allí, y Castro no podía esta mejor, un día soleado con viento fresco y mucha gente dispuesta con su bici a pasar una buena mañana de cicloturismo.
Como siempre en el punto de quedada de todos los años, nos encontramos Igor, Gaizka, Alfredo, Javi, Iñigo, Alberto y Sergio.
Para no perder la costumbre salimos con el tiempo justo para tomar la salida, se adelantaron Javi y Alfredo para tomar un café, llenamos los botes de agua y nos acercamos a la salida, aquí el que os escribe se cayo al suelo al pegar con un bolardo o como coño se llame, tonta caída si, en fin unas risas y todos junto para retratarnos antes de ponernos en marcha.
Al estar en un lateral no nos dejaron entrar hasta pasar el final del pelotón así que salimos de los últimos, como siempre, o por lo menos como yo recuerdo, se sale a buen ritmo de castro, es verdad que el terreno te ayuda y como dicen cuesta abajo hasta la mierda rueda... Ya desde la salida nos separamos en dos grupos por delante, Igor, Iñigo, Gaizka, Javi y Alfredo, no muy lejos detrás y sin perderles de vista, Alberto y Sergio. Llegamos rápido al primer repecho del día subida suave para ir calentando las piernas y bajada rápida hasta Liendo, ritmo constante para comenzar a subir el Alto de Seña, al comenzar el puerto nos encontramos con Alfredo que tuvo una parada técnica, llevaba la rueda delantera montada al revés, querían dejar atrás y no sabían como :D El Alto de Seña suave prolongado seguíamos separados, hasta no llegar al avituallamiento no volvimos a juntarnos, la medía de la marcha no era mala 25 km/h. Una vez juntos rodamos juntos hasta comenzar el Alto de Escrita, buena subida muchos grupos y buenas vistas el día era propenso para ello. Agrupados arriba bajada rápida, yo me quede atrás una moto y un ciclista frenaban mi bajada en el cruce dirección Trucios, el grupo se me escapa unos 300 metros y yo solo no podía alcanzarles, después de Trucios Alberto me esperaba para rodar conmigo y poder rodar juntos haciendo la vuelta mas fácil cogimos un grupo grande y rodamos a buena velocidad hasta Islares, aquí aguante la subida sin bajar mucho mi ritmo con ganas de terminar, Alberto no me dejo sólo y antes de llegar a Castro nos encontramos a Javi y Alfredo que estaban descolgados del primer grupo que llego a meta Iñigo, Igor y Gaizka.
Llegamos a Castro con buenas sensaciones con 26,4 km/h de media y con ganas de volver a coger la bici, lo más importante es que no tuvimos ningún percance y pudimos disfrutar de una buena tarde en familia.
Aúpa el Lertxundi!!!
